De acuerdo a cifras del Ministerio de Salud (Minsal), se estima que para fines de este año habrá más de 7.000 nuevos casos de contagio de VIH en Chile, siendo los jóvenes de entre 20 y 29 años, los principales afectados.
El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) se ha transformado en una epidemia que ataca a las defensas de quienes lo padecen, causando que se descompensen con facilidad cuando aparecen enfermedades oportunistas, tales como la neumonía y otros tipos de infecciones, asegura Diana Tapia, enfermera coordinadora de la Unidad de Infectología de Clínica Dávila.
Asimismo, explica que, el VIH puede ocasionar que los pacientes entren en una etapa de SIDA, cuando contraen una enfermedad oportunista, porque sus defensas están demasiado bajas por la alta carga viral (de VIH) que hay alojada en su cuerpo. A su vez, el paciente puede mejorarse del SIDA y seguir siendo sólo un portador del VIH.
Por su parte, la doctora Patricia Vásquez, infectóloga de Clínica Dávila, agrega que todas las etapas de la enfermedad son contagiosas, incluso cuando no se han presentado síntomas. “Cuando uno está recién infectado, tiene una carga de virus en la sangre súper alta, por lo tanto, es cuando más contagia y ahí no tiene ningún síntoma. Después cuando empiezan a bajar las defensas, ahí aparecen enfermedades, tales como, neumonías, hongos, bajas de peso, diarrea, cáncer cervicouterino, tuberculosis, entre otras. Todos esos indicadores pueden haber”, comenta.
Contagio y prevención del VIH
La forma de contagio que predomina es por vía de transmisión sexual de todo tipo, ya sea vaginal, anal u oral. Las únicas dos maneras de prevenir esto es utilizando preservativos (condón femenino o condón masculino) o con abstinencia sexual.
En segundo lugar, se encuentra la transmisión vertical del virus, lo que implica que la madre se lo contagia al feto cuando está en gestación. Para reducir el riesgo de este contagio, lo más importante es detectarlo lo más precozmente posible, para que la madre comience con un tratamiento. Mientras antes comienza con el tratamiento, más baja es la posibilidad de que el feto se contagie.
Finalmente, existe el contagio por transfusión de sangre o punciones, sin embargo, que esto ocurra es muy poco probable, puesto que existen protocolos en el área de salud para evitar esta situación.
Cabe destacar que según explica la infectóloga de Clínica Dávila, nadie que mantenga una vida sexual activa está exento al contagio de VIH, sin importar su sexo o edad.
Tratamiento para el VIH
Los tratamientos para el VIH han ido cambiando en el tiempo, de hecho, en la actualidad corresponde tomarse sólo una pastilla una vez al día, lo que ha mejorado la calidad de vida de quienes deben seguir este procedimiento.
El objetivo de este tratamiento es que los pacientes tengan una carga viral no detectable, esto implica que cuando una persona marca como seropositivo, significa que está en presencia del virus, pero cuando se somete a la terapia antirretroviral (TARV), se logra que no exista presencia del virus en la sangre, por lo que sus exámenes lo mostrarán como una persona serodiscordante, es decir, alguien que no contagia.
“El VIH se transformó en una enfermedad crónica y mientras el paciente está con tratamiento, el riesgo de contagiar a otra persona es prácticamente nulo, pero el problema es que la gente no se hace el diagnóstico, no se hace el examen, por lo que, llega en etapas súper avanzadas y contagia durante todo ese periodo si es que no usa condón”, explica la doctora Vásquez.
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