Para tratar las várices existen distintos tipos de herramientas y no todas ellas son quirúrgicas.

Así lo explica el cirujano vascular de Clínica Dávila, doctor Humberto Pizarro: “En la actualidad existen varias alternativas, por un lado, está la cirugía y, por otro, el uso de tratamiento conservador o no quirúrgico, como por ejemplo el uso de medias elasticadas”.

En el caso de la cirugía, por un lado está la cirugía tradicional, que cada vez está más en retirada. “En este procedimiento, básicamente se extirpan los paquetes varicosos y algunos ejes venosos principales que son los ejes safenos. Todas estas venas se extirpan, sin embargo, el problema que tiene esta cirugía es que tiende un poco más a generar hematomas en el post operatorio y algunos daños en algunas estructuras nerviosas que acompañan a estas venas”, señala.

Por otro lado están los procedimientos quirúrgicos no invasivos endovasculares, entre los que se cuenta el uso de láser o radiofrecuencia endovascular. También en la actualidad se dispone del uso de espumas esclerosantes.

“En los métodos endovasculares, se aplican técnicas que utilizan ciertos dispositivos que van por dentro de las venas, aplicando calor. Este calor va generando un sellado de las venas enfermas y dilatadas, corrigiendo así la raíz del problema varicoso. Para ello se puede aplicar tecnología de radiofrecuencia, que es lo que hacemos precisamente en Clínica Dávila, considerándose una técnica muy segura y efectiva. También se pueden aplicar dispositivos láser”, indica el doctor Pizarro.

Respecto de las espumas esclerosantes, el especialista explica que también se pueden aplicar por dentro de las venas. “Cualquiera de estas técnicas lo que hacen es que, en lugar de extirpar las venas, sellan estos ejes. Así, no vuelve a pasar más sangre por esas venas enfermas”, señala.

¿Hay problemas cuando se extirpan o se sellan estas venas? En general cuando el paciente consulta por várices, estas venas ya están enfermas y el sistema venoso ya ha buscado vías que las reemplacen por lo que la sangre sigue retornando por otras venas, “El organismo ya las compensó”, señala el doctor Pizarro.

También se puede utilizar escleroterapia complementaria. Esto es la inyección de algún líquido que permite reducir el tamaño de algunas várices pequeñas.

Cuando se plantea un tratamiento no quirúrgico es porque las várices no son muy grandes, porque no han tenido complicaciones o porque el paciente simplemente no quiere operarse. En esos casos, algunas alternativas incluyen reducir el peso corporal, uso de medias elasticadas, modificar el tipo de anticoncepción,  entre otras.

En el mercado, hoy es posible encontrar varias cremas que ofrecen aliviar los síntomas e incluso mejorar la apariencia de las venas varicosas. “Existen algunas cremas que se supone penetran la piel y podrían ayudar a atenuar las várices. En nuestra opinión producen alivio más bien por el contenido de mentol y por la lubricación que consiguen, pero no hay evidencia categórica que indique que modifiquen el curso de la enfermedad”, dice el cirujano vascular.

Distinto es con las cremas que contienen árnica, ya que este compuesto es un antiinflamatorio, el que cuando se utiliza en forma tópica puede aliviar síntomas como, por ejemplo, en caso de varicotrombosis.

Finalmente le consultamos en relación a medicamentos para várices: “Los medicamentos flebotónicos, de los que hay muchos en el mercado, también hay un cuestionamiento respecto de si tienen o no algún efecto en la evolución de la enfermedad. Aparentemente, la evidencia dice que no modificarían en forma definitiva el curso de la enfermedad varicosa, sin embargo, algunos pacientes sienten mejoría de sus molestias cuando los usan. En estos casos los sigo indicando”, menciona el doctor Pizarro.

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