Cuando existe una emergencia en casa donde se ven involucrados niños ya sea por una caída, golpe, corte o quemadura, los adultos tenemos la costumbre de reaccionar de inmediato de la mejor forma que sabemos para proteger a nuestros seres queridos, muchas veces aplicando lo que creemos que son “primeros auxilios”, llegando incluso a desistir de acudir al médico pudiendo complicar severamente una afección no diagnosticada. En el caso de las quemaduras es más preocupante aún, dado que los grados de las quemaduras y sus consecuencias dependen de varios factores.
Estadísticas presentadas por el Ministerio de Salud el año 2017, señalan que las quemaduras en niños aumentan hasta en 30% en la temporada de invierno -entre junio y agosto-, en su mayoría por accidentes ocurridos en casa (85% de los casos), en particular en niños menores de cinco años. En los meses fríos, 45% de las quemaduras totales en niños se producen por contacto directo con estufas y otro tipo de calefactores. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las quemaduras son la quinta causa de lesión no fatal más frecuente en la infancia, y las mujeres adultas son el segundo grupo más propenso a este tipo de accidentes producidos mayormente en el ámbito doméstico.
Tipos de quemaduras
Básicamente existen diferentes tipos grados de quemaduras, estos dependerán de la gravedad:
- Quemaduras de Primer Grado: Es producida en la epidermis (superficial), la piel queda enrojecida y con dolor en la zona.
- Quemaduras de Segundo Grado: Afecta tanto la epidermis como la dermis (capa subyacente a la piel), causa dolor, enrojecimiento, inflamación y ampollas.
- Quemaduras de Tercer Grado: Éste es el tipo de quemadura, la más grave, afecta desde la epidermis hasta la hipodermis (tejido más profundo que almacena grasas), la piel se torna más blanquecina, oscura y/o carbonizada.
Gustavo Valderrama Burmeister, jefe del Servicio de Urgencia materno-infantil de Clínica Dávila, es claro al señalar que “el manejo de las quemaduras debe ser realizado por especialistas y es necesario que sean atendidas en los centros de urgencia independiente del grado de quemadura”, dado que se desconoce la severidad de la lesión.
Además de esta indicación, el facultativo entrega información muy útil para poder enfrentar una quemadura que afecte a un niño en una primera instancia:
- Alejar o retirar la fuente de calor que produce la quemadura.
- Lavar con abundante agua fría no estancada.
- En ningún caso aplicar ungüentos, cremas u otros productos.
- Acudir de inmediato a un centro de salud para una evaluación.
La mayoría de los accidentes con resultado de quemaduras se producen por derrame de líquidos calientes, contacto con objetos sólidos calientes o por el contacto directo con llamas.
¿Cómo prevenir quemaduras especialmente en los niños?
En el caso de la calefacción:
- Establecer una barrera entre el aparato calefactor y los niños.
- Ubicar la calefacción en un lugar seguro y lejos de lugares de tránsito, como pasillos.
- Ubicar el calefactor fuera del área de juego de los niños.
- No utilizar estufas para secado de ropa.
En caso de la cocina:
- Evitar el ingreso de niños a la cocina.
- Tener precaución cuando esté funcionando el horno y quemadores de cocinas.
- Mantener el hervidor dentro de la cocina y no dejarlo con agua caliente tras su uso.
Otros consejos para el cuidado en casa:
- No planchar cerca de los niños y guardar los elementos en un mueble cerrado.
- Tener cuidado con dejar alisadores de pelo encendidos y al alcance de los niños.
- Evitar el uso de elementos de desplazamiento como andadores, patines y otros que permitan que los niños se acerquen con rapidez a lugares peligrosos.
- Mantener una temperatura prudente y apagar de manera oportuna calientacamas.
- En el caso de uso de guateros, no usar agua recién hervida y no llenarlo a toda su capacidad.
- No dejar que los niños se acerquen al fuego en parrillas y fogatas.
- Dependiendo de la edad de los niños, la educación es lo primordial, es necesario educar y no atemorizar.
Las quemaduras son el resultado de accidentes completamente evitables, por lo tanto, el llamado es al cuidado en casa, a la educación de los niños, la prudencia de los adultos en caso de una emergencia, y acudir de inmediato a un centro de urgencias para recibir un tratamiento adecuado según la evaluación.
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