Fin de año es una época de nervios y estrés para la gran mayoría de las personas y los adolescentes no se quedan atrás. Y es que, quienes están saliendo de cuarto medio para aventurarse en lo que será una nueva etapa de sus vidas sienten mucha presión por la tan temida Prueba de Selección Universitaria (PSU).
Lo anterior se da porque el sólo hecho de pensar que una prueba podría definir parte de tu futuro puede ser muy escalofriante para algunos. Sin embargo, de acuerdo a lo aclarado por el psicólogo de Clínica Dávila, José Luis Díaz, existen diversas formas para abordar este estrés.
A continuación, revisa el listado de estrategias a seguir para disminuir el estrés previo a la PSU:
- Verbalizar: Es sumamente relevante que los jóvenes puedan conversar con sus padres respecto a lo que se viene. Esto implica hacer un análisis de las posibilidades más allá de la prueba en sí misma, es decir, evaluar variables como: posibles viajes a regiones, estadía, cómo se va a costear la carrera, qué es lo que realmente desea estudiar, entre otros.
- Disminuir factores estresantes: Es posible que durante esta época del año existan otros factores que podrían aumentar el estrés de los jóvenes como las celebraciones de navidad y año nuevo. Es por esto que, el experto sugiere “tratar de tener una navidad lo más amigable posible y evitar los traslados en estos tiempos”.
- Hábitos previos a la prueba: Los sueños reparatorios, el sentirse bien preparado y los espacios de autocuidado son fundamentales para obtener un buen rendimiento. Se recomiendan ejercicios de respiración para los momentos de mayor nerviosismo.
- Generar planes: La familia debe estar preparada para enfrentar un plan de acción para todas las posibles variables. Además, es importante que el joven prepare su propio plan de estudio para que llegada la hora de la prueba se sienta seguro de lo que sabe.
- Orientación vocacional: Muchas veces los alumnos se crean expectativas de lo que es lo que quieren estudiar, cuando la realidad es otra, por lo que siempre es recomendable asistir a las ferias universitarias, conversar con alumnos y titulados de su primera elección para que ayuden a definir si es lo que realmente quieren. Por otro lado, si no tienen claridad de qué es lo que desean hacer, lo mejor es acudir con un experto en orientación vocacional para que pueda orientar una mejor decisión.
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