Carolina Onell, mamá de Mateo, paciente prematuro extremo

“Sabemos que la gente de Clínica Dávila siempre está para apoyarnos”

Mateo nació de forma prematura a las 24 semanas, pesando cerca de 500 gramos. Desde su nacimiento en Clínica Dávila, enfrentó numerosos desafíos médicos, pero gracias a la dedicación del equipo de pediatría y cirugía infantil, liderado por el Dr. Luis Mallea, y al inquebrantable apoyo de su familia, ha logrado superar grandes obstáculos.  

Carolina Onell, mamá de Mateo, recuerda claramente los días previos al nacimiento de su hijo. «Estuvimos 3 días hospitalizados con trabajo de parto hasta que decidió nacer», comenta. La prematuridad extrema de él trajo consigo graves problemas pulmonares, manteniéndolo con ventilación mecánica por más de un mes. «Nos enfrentamos a muchos cambios familiares y tuvimos que adaptarnos a este nuevo estilo de vida». 

Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas (INE), cerca del 8% de los partos en Chile corresponden a prematuros y un 1,3% de eso son prematuros extremos, es decir, nacidos antes de las 32 semanas o con peso menor a 1500 gramos. 

Paso por Clínica Dávila 

El Dr. Luis Mallea, jefe del departamento de Pediatría y Cirugía Infantil de Clínica Dávila, explica que Mateo fue manejado inicialmente en la Unidad de Neonatología como un caso severo de displasia broncopulmonar. «Cuando no logró salir de la ventilación mecánica invasiva, lo trasladamos a la Unidad de Cuidados Intensivos y empezamos un manejo muy minucioso de la parte respiratoria, muy lento, con pequeñas metas», dice. Este enfoque incluyó una traqueotomía, que permitió una mejora significativa y, eventualmente, que Mateo pudiera ir a su casa. 

Para el Dr. Mallea, las claves del éxito fueron claras: «El trabajo en equipo muy exigente, la confianza de su madre y su familia y, sobre todo, no perder la esperanza».  

La familia de Mateo también jugó un papel crucial en su recuperación. «Nos afectó bastante porque Mateo tiene dos hermanos y tuvimos que trasladar nuestra vida familiar a la clínica por bastante tiempo», recuerda Carolina. El apoyo del equipo multidisciplinario fue vital para ellos. «Todo el equipo ha estado muy cercano con nosotros, nos han hecho sentir muy cómodos», añade. 

Una ocasión destacada fue cuando el equipo hizo lo imposible para que Mateo pasara su primera Navidad en casa. «Eso fue muy importante para nosotros porque Mateo tiene dos hermanos y fue muy significativo pasar nuestra primera Navidad juntos». 

Un mensaje de esperanza 

Para otras familias que puedan enfrentar situaciones similares, Carolina tiene un mensaje: «Que tengan mucha paciencia y confíen en el equipo médico». La experiencia de Mateo y su familia resalta la importancia del apoyo médico y emocional en la recuperación de un niño prematuro. 

El Dr. Mallea también reflexiona sobre la conexión establecida con la familia de Mateo: «La personalidad de la mamá, su compromiso emocional y la confianza que nos dio fueron fundamentales para avanzar como equipo. A medida que Mateo mejoraba respiratoria y neurológicamente, se fortalecía el vínculo con su madre, llevándolos al niño saludable y feliz que es hoy. Hoy es un niño de 6 años, sano, lleno de vida y preparado para enfrentar el mundo”. 

Carolina expresa su profunda gratitud hacia el equipo de Clínica Dávila. «Estamos muy agradecidos del Dr. Mallea y del equipo de pediatría. Han sido nuestra segunda familia y siempre les estaremos agradecidos por lo que han hecho por nosotros».