Más que un ruido molesto que despierte a los que están alrededor durante el descanso nocturno, los ronquidos pueden revelar otras patologías que sí causan problemas a la salud, como las apneas.

Las apneas del sueño, son episodios en los que el paciente deja de recibir oxígeno mientras duerme debido a la obstrucción de la vía aérea. Quienes hacen apneas nocturnas tienen más riesgo de accidentes de tránsito, riesgo de enfermedades cardiovasculares y enfermedad arterial oclusiva.

Según explica la doctora Patricia Esquivel, otorrinolaringóloga de Clínica Dávila, los pacientes que roncan y además tienen apneas deben ser tratados.

“Cuando se trata de pacientes roncadores, los médicos debemos intervenir cuando esta roncopatía está acompañada de apneas del sueño.”

Y agrega que “un roncador primario, que no haga apneas, se puede dejar en observación, porque con el paso de los años puede hacer apneas. Pero un paciente roncador y con apnea del sueño, en general, va a requerir tratamiento y este tratamiento es extremadamente individualizado.”

¿Qué tratamientos existen para los roncadores?

Hoy existen distintos tratamientos para los pacientes roncadores.

Lo primero a entender es que, al tratarse de una patología multifactorial, el tratamiento debe ser multidisciplinario.

Entonces, lo que se debe hacer es identificar todas las causas y comorbilidades que están produciendo y/o favoreciendo las apneas en esa persona, una vez identificados los factores pasamos a corregirlos.

Habitualmente, una de las primeras indicaciones es la normalización del peso corporal, para lo cual se debe trabajar con un equipo de nutrición.

En segundo lugar, se debe evaluar la anatomía del paciente. Así, se podrá determinar si es posible corregir quirúrgicamente algún sitio de obstrucción de la vía aérea (por ejemplo, tabique nasal desviado, cornetes grandes, amígdalas grandes, etc).

En general, casi toda la patología nasal y nasosinusal se puede arreglar en pabellón. También la obstrucción retropalatal con faringoplastia de aumento y otras técnicas quirúrgicas.

Sin embargo, hay características anatómicas que son más difíciles de corregir con cirugía (como la hipoplasia mandibular). Además, hay otras que simplemente no se pueden operar (como tener el cuello corto).

Por lo tanto, se debe tener claro que hay cosas que uno puede hacer con cirugía y otras que no”, advierte la otorrino de Clínica Dávila.

Aire a presión

En casos en los que se sabe con anterioridad que los pacientes tendrán un mal score de rendimiento quirúrgico existen unos dispositivos que ayudan a los pacientes a respirar durante la noche.

Estos equipos se denominan CPAP o BiPAP o APAP.

“Los pacientes que utilizan estas máquinas, deben encenderlas todas las noches y utilizar una mascarilla que puede cubrir nariz-boca o sólo nariz, que son las más cómodas.

La máquina se acopla al ritmo de la respiración del paciente cada vez que toma aire o inspira. En términos sencillos, la máquina sopla, ayuda a meter aire venciendo estas resistencias que tiene y que le producen la obstrucción de la vía aérea. Así, la respiración se hace más pareja y regular durante la noche y se evita el colapso de vía área y las apneas”, indica la especialista.

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