El cáncer de próstata es una de las patologías más frecuentes en los hombres, y es la tercera causa de muerte por este tipo de enfermedad en nuestro país.
Es una enfermedad silenciosa, que sólo presenta síntomas en etapas avanzadas. A diferencia de otras neoplasias (masa anormal de tejido), el cáncer de próstata puede ser detectado de forma precoz a través de simples procedimientos, lo que mejora considerablemente su pronóstico.
“La unidad de resonancia magnética es, en términos simples, un gran imán con forma de tubo, donde el paciente se recuesta, con la única exigencia de permanecer muy quieto. Es una técnica no invasiva que entrega imágenes morfológicas (anatómicas de alta resolución) y funcionales que nos permiten discriminar entre los tejidos de un órgano”, explica el doctor Ignacio Maldonado Schoijet, radiólogo de Clínica Dávila.
“La recomendación de los especialistas es que todos los hombres a partir de los 45 años, o aquellos mayores de 40 años con antecedentes familiares de cáncer de próstata, accedan a un chequeo preventivo de forma anual, que permita detectar y tratar lo más pronto posible cualquier hallazgo”, afirma el doctor Maldonado.
Chequeos preventivos
En primer lugar, los chequeos preventivos consideran la realización de un examen de antígeno prostático – APE (sangre), junto con tacto rectal. Si el especialista detecta alguna alteración, se indica una resonancia nuclear magnética (RNM) que ayudará a confirmar o descartar la presencia de nódulos o lesiones sospechosas.
“Esta técnica es considerada el método de imagenología más efectivo para detectar precozmente el cáncer de próstata, con una sensibilidad y especificidad mayores al antígeno prostático – APE (sangre) y a la ecografía transrectal por sí solos, siendo un método complementario fundamental a la hora del screenning (estrategia aplicada para detectar una enfermedad). Desde el 2012, fecha en que se publica el primer consenso de guías para screening de cáncer de próstata (PIRADS versión 1.0) son numerosas las publicaciones y medicina basada en la evidencia que la apoyan como método indispensable a la hora del pesquisar cáncer, especialmente, en pacientes de moderado-alto riesgo. Podríamos considerar que la resonancia magnética de próstata se perfila en los próximos años como la “mamografía del hombre” que está cambiando el enfrentamiento diagnóstico, manejo y decisiones terapéuticas”, complementa el especialista.
Este procedimiento, que dura alrededor de 45 minutos, no requiere preparación del paciente y solo está contraindicado en personas que cuenten con prótesis, marcapasos, implantes, elementos metálicos y algunos tipos de tatuajes que no sean afines al ser sometidos a un campo magnético de un resonador (debido a que la tinta del tatuaje pueda tener componentes metálicos). Además, es necesario retirar todo tipo de accesorio o piercing al momento de acceder al resonador.
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