Rectorragia, un problema más común de lo que imaginas

No son pocas las personas que en algunas oportunidades pierden sangre a través del recto y del ano. Se trata de sangre de color roja, brillante, que aparece generalmente junto con la defecación y, en ningún caso, se puede considerar normal.

El doctor Rodrigo Fernández, coloproctólogo de Clínica Dávila, señala que la rectorragia es la eliminación de sangre a través del ano. “Puede ser sola o asociada a deposiciones, pero nunca es normal y se asocia a múltiples patologías colorrectales, tanto benignas como malignas, como hemorroides sintomáticas, fisura anal, enfermedad inflamatoria intestinal, tumores benignos o malignos de colon y recto, entre otros”, explica.

Consultar con el especialista en casos de rectorragia es fundamental. “Como no se trata de una situación habitual siempre que haya sangrado se debe consultar, sobre todo, si se mantiene durante el tiempo, si existen antecedentes familiares de enfermedad inflamatoria o cáncer colorrectal, si se trata de una persona mayor de 45 años o si hay sintomatología asociada como baja de peso y cambio en la frecuencia defecatoria”, dice el especialista.

Generalmente, frente a una situación de sangrado, el médico inspecciona la zona y realiza una anoscopía. Se trata de un examen en el que se introduce un instrumento (lubricado) que tiene una luz en el extremo y permite al médico ver el interior del ano.

Dependiendo de estos resultados y de otros antecedentes del paciente, como edad, historia clínica y familiar, características del sangrado, se puede indicar una colonoscopía para inspeccionar el interior del intestino grueso (colon). En casos severos de pérdida de sangre, también se indican exámenes para saber si existe algún grado de anemia.

Según el doctor Fernández, más que la anoscopía o rectoscopía, a la hora de la prevención es recomendable que toda persona, con más de 45 años, y que tenga sangrado rectal, visite al especialista para que este indique una colonoscopía para descartar o diagnosticar a tiempo un posible cáncer de colon. En esta enfermedad, la pérdida de sangre es uno de los signos de alerta importante.