Frente al diagnóstico de cáncer, el médico determinará el tratamiento a seguir de acuerdo al resultado de la biopsia (análisis en laboratorio de una muestra de células) y qué tan avanzado esté localmente.

Según explica el doctor Manuel Yáñez, oncólogo de Clínica Dávila, el tratamiento del cáncer contempla mutiespecialidades, donde se encuentran distintas alternativas, que pueden aplicarse en conjunto o individualmente:

Cirugía: Consiste en la resección (extracción) del tumor y ganglios regionales. Su indicación depende de dónde está localizado el cáncer, pero casi siempre se realiza cuando hay presencia de tumores sólidos, a no ser que la enfermedad ya se encuentre en una etapa avanzada (fase IV) o con metástasis (diseminado a otras zonas del cuerpo).

Radioterapia: Se basa en el uso de energía de gran potencia o radiaciones, como radiación de electrones, para destruir las células cancerígenas.

Tratamiento sistémico: Puede indicarse antes de la cirugía para disminuir el tamaño del cáncer y hacer un procedimiento quirúrgico menos radical, o bien hacerse post cirugía, para evitar recurrencias a corto o largo plazo. Contempla la quimioterapia (uso de medicamentos), hormonoterapias (terapia hormonal que se usa, por ejemplo, frente al cáncer de próstata o de mama), y terapias blanco (tratamiento dirigido y menos invasivas, como las terapias moleculares).

Inmunoterapia: Procedimiento que utiliza el sistema inmunitario del organismo para combatir el cáncer. “Se sabe que el tumor produce moléculas que bloquean el sistema inmune y éste no reacciona contra el tumor y lo deja crecer; la inmunoterpia actual ataca estos ´bloqueadores´ y el sistema reacciona”, aclara el doctor Yáñez.

Riesgos y efectos secundarios del tratamiento

El doctor Yáñez destaca que casi todas las reacciones a los tratamientos no son graves y se resuelven sin secuelas.

Así es como la cirugía presenta los riesgos de cualquier procedimiento quirúrgico, que incluye infección, hemorragia o secuelas estéticas.

La radioterapia, por su parte, puede tener secuelas como la inflamación crónica en el área donde se recibe el tratamiento, pero éstas ya son cada vez menos frecuentes por las nuevas técnicas de radiación.

La quimioterapia, en tanto, puede producir caída del pelo, la baja de defensas y riesgo de infecciones, anemia y necesidad de transfusión. El paciente también puede sufrir de náuseas y vómitos, mucositis (inflamación y a veces llagas en el interior de la boca y la garganta) y neuropatía (daño al sistema nervioso). En escasas ocasiones puede producirse daño crónico como infertilidad, y, rara vez, riesgo de aparición de otros cánceres.

Con la terapia blanco o molecular puede presentarse diarrea, reacción tipo acné en la piel, mientras que la inmunoterapia tiene reacciones como la inflamación de distintos órganos, como tiroides, intestino delgado o pulmones, entre otros.

En relación a las terapias alternativas, el médico aclara que no tienen efecto y no existe ninguna confirmación científica de su efectividad, sino que más bien influyen psicológicamente en el ánimo del paciente.

Finalmente, el doctor Yáñez destaca las capacidades de la unidad que aborda esta enfermedad en Clínica Dávila. “Contamos con equipo multidisciplinario y un grupo de vasta experiencia y trabajo en equipo”, señala, donde se incluyen los profesionales de cirugía plástica y especialistas en las principales localizaciones, junto a servicios de apoyo de primera línea, como Radiología, Anatomía Patológica, Laboratorio de especialidad, Kinesiología, Unidad del dolor, Farmacia y “un excelente equipo de Enfermería”.

“Prestamos atención a todas las patologías incluidas en las Garantías Explícitas de Salud, GES, y nos encontramos en continuo perfeccionamiento y crecimiento, para entregar siempre el mejor y más conveniente apoyo y tratamiento a nuestros pacientes”, puntualiza el doctor.

 

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