Llegar a la edad adulta y sentirse todavía ágil, es una de las grandes aspiraciones dentro de la tercera edad. Sin embargo, ¿qué ocurre con este grupo de personas donde la cadera les comienza a restar libertad? En este artículo te orientaremos con algunos conceptos básicos que te ayudarán a identificar esta condición oportunamente.
¿Cómo sé que estoy padeciendo de la cadera y cómo se diagnostica?
Primero que todo, es muy importante detectar los síntomas. Según el doctor Manuel Núñez, traumatólogo de la Clínica Dávila y especialista en cadera, un dato primordial es lo que manifiesta el propio paciente.
“Muchos de las personas que padecen esta condición comienzan a experimentar un dolor intenso en su cadera. Este dolor no es tan sólo limitante sino que, progresivamente, se puede transformar en una molestia constante. Ante esto, procedemos a hacer un examen físico y, para confirmar las sospechas, se solicita al paciente una radiografía”.
Por lo restrictivo que puede llegar a ser esta condición, una de las recomendaciones principales del doctor Núñez es que, tan pronto la persona presente alguno de estos síntomas, consulte al médico. “Lo ideal es llegar en una etapa temprana con el objetivo que, después de la cirugía, la rehabilitación del paciente sea más efectiva y menos prolongada”.
Datos importantes
La cirugía de prótesis de cadera es una de las intervenciones más frecuentes dentro del área de traumatología. Algunos de los factores que han incidido en la frecuencia de esta operación son:
- Las personas están viviendo más (gracias a los avances dentro del área de salud).
- Al vivir más, las probabilidades de desarrollar enfermedades a la vejez, aumentan.
- Mayor accesibilidad a la cirugía. Tratamiento más asequible y esperanzador para la calidad de vida de estos pacientes.
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