La migraña es uno de los 190 tipos de cefaleas, también conocidas como dolores de cabeza.
Se trata de un malestar que puede durar entre 4 y 72 horas y para ser considerada como tal, tiene que cumplir con al menos dos de las siguientes características: dolor pulsátil, que va de moderado a severo y que altere la actividad física. Asimismo, provoca náuseas, vómitos, fotofobia o sonofobia.
En algunos casos, la migraña se puede presentar con aura, lo que significa que el paciente empieza a ver menos durante un corto período previo al dolor de cabeza. Una vez que acaba el aura, comienza la cefalea.
Una persona que padece de migraña tiene alrededor de una o dos crisis al mes. Cuando se supera esta cifra, se utiliza un tratamiento preventivo con medicamentos específicos durante tres a seis meses, para evitar que se vuelva crónica.
Cuando una persona tiene más de 15 crisis de migraña en un mes, se define como migraña crónica. Esta patología es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como una de las cuatro enfermedades más invalidantes que existe, ya que, a pesar de que es una afección que probablemente no va a causar la muerte de un paciente, si va a empeorar su calidad de vida en un nivel personal, social y laboral.
Lo anterior se da porque quienes la padecen comienzan a cambiar su carácter, se ponen de mal humor, dejan de interesarse en actividades comunitarias y su ánimo empieza a decaer violentamente.
Causas de la migraña
La migraña es una condición hereditaria, por lo que se habla de familias enteras que son migrañosas y que no van de dejar de serlo porque siguen transmitiéndose el gen entre generaciones. Se presenta principalmente en mujeres a quienes se les acentúan los síntomas después de la menarquia.
Por su parte, la migraña crónica se produce básicamente por un mal tratamiento para la enfermedad. Esto, porque los pacientes que requieren de un procedimiento preventivo tienden a automedicarse y terminan por volverse adictos a diferentes fármacos para regular el dolor de cabeza, sin embargo, terminan por hacer el efecto contrario.
En un mes, una persona no debería tomar analgésicos recetados para el dolor de cabeza, como el paracetamol, por más de 10 días (seguidos o no). Esto porque después de tres meses el paciente se vuelve dependiente del medicamento, lo que aumenta la cefalea.
Además, cuando la migraña se vuelve crónica por una adicción a las píldoras, los dolores de cabeza cambian y se sienten como una presión en la cabeza. Sin embargo, no es que haya dejado de ser una migraña, sino que mutó por los medicamentos.
Diagnóstico y Tratamiento
No existen exámenes específicos para determinar la presencia de esta enfermedad, sino que es la historia clínica y las características de los síntomas lo que ayuda a los expertos a definirlo.
El único tratamiento eficaz que existe para que una migraña deje de ser crónica es a través de la inyección de toxina botulínica en puntos fijos de la cabeza. Una vez introducido el producto, tiene una efectividad de casi un 80% en la mejoría de los pacientes.
Cabe destacar que la migraña es el tema de consulta más frecuente en todo el mundo, por lo que Clínica Dávila está desarrollando el primer centro especialista en cefalea de Chile.
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