Un mal dormir hace que las personas se sientan más cansadas y no puedan rendir al máximo en sus actividades diarias. Usualmente se piensa que dormir más o menos horas es lo único que define la calidad del sueño, sin embargo, hay una serie de factores que van a influir en el descanso y que si son considerados, la productividad en las tareas del día a día va a aumentar.
El doctor Ludwig Plate, neurólogo de Clínica Dávila, hace las siguientes recomendaciones:
- Entrar al dormitorio y acostarse cuando se tenga sueño, no por obligación.
- Procurar dejar un tiempo de “tranquilidad” antes de acostarse a dormir. Tomar unos 15 a 20 minutos para ir pasando del ambiente de actividad a uno de tranquilidad, bajando la intensidad de la luz, apagando televisor, etc.
- Mantener horario estable para levantarse (reloj despertador idealmente a la misma hora y temprano).
- Evitar estimulantes (café, bebidas, nicotina, té, cacao, alcohol), o consumirlos de forma muy limitada.
- No automedicarse.
- Tratar de no ver televisión en la cama, idealmente sacar el televisor del dormitorio.
- No tener el dormitorio como centro de actividades. Reservar este lugar solo para dormir y para la actividad sexual.
- Evitar situaciones de actividad como trabajo, planes para el día siguiente y ejercicio físico intenso, en las horas próximas a dormir.
- Eludir comidas abundantes y excesivamente condimentadas en la noche.
- Procurar un ambiente silencioso, oscuro y con temperatura agradablemente baja en el dormitorio (entre 16 y 20 grados).
- Intentar no resolver problemas y planificar actividades mientras esté en cama.
- No mirar el reloj cuando despierte en la noche.
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