Las fracturas de tobillo son una de las lesiones más comunes de los huesos. Pueden producirse por accidentes deportivos, automovilísticos o domésticos, entre muchas otras etiologías.
Al igual que sus causas, sus niveles de gravedad pueden ser muy variados: desde una pequeña fisura en el hueso hasta una lesión grave, como una fractura expuesta (que perfora la piel).
¿Cómo distinguir una fractura de tobillo?
Los síntomas de una fractura son, en primer lugar, un dolor agudo que inhabilita a quien la sufre al apoyar el pie y caminar. Además, se puede observar inflamación de la zona, hematomas o equimosis (moretón), sensibilidad y a veces, deformidad del pie.
Dependiendo de la gravedad de la lesión estos síntomas se presentarán en menor o mayor medida.
¿Quiénes son propensos a sufrir este tipo de lesión?
La fractura es una lesión que puede darse por muchos motivos y en circunstancias muy variadas, sin embargo, deportistas que practican deportes de alto impacto (fútbol, básquetbol, gimnasia, tenis, etc.) tienen mayor tendencia a sufrir una fractura. Así también, adultos mayores que padecen de osteoporosis o alguna afección relacionada con la disminución de la densidad ósea, pueden ser más propensos a fracturarse.
¿Qué hacer si me enfrento a una fractura?
Lo más importante a la hora de sufrir este traumatismo es inmovilizar el pie con alguna tabla o férula. Esto evitará que la lesión empeore y que el dolor e hinchazón sean más fuertes.
Luego, deberá dirigirse a una sala de urgencia para ser evaluado por un médico que derivará su caso a un traumatólogo especializado en esa zona.
El diagnóstico de fractura de tobillo se realiza mediante un examen físico del pie, en la que se determinarán los grados de dolor, capacidad de movimiento y lugar exacto de la lesión.
Generalmente una radiografía es todo lo que el especialista necesita para saber la gravedad de la fractura y el tratamiento que es necesario para recuperarla. Sin embargo, a veces puede requerirse una resonancia magnética o un scanner para determinar si hay otros huesos u órganos involucrados.
¿Cuándo es necesario operar una fractura de tobillo?
Si bien hasta hace algunos años los tratamientos ortopédicos -como el uso prolongado de un yeso- eran los más utilizados para sanar una fractura de tobillo, hoy se opta por el tratamiento quirúrgico u osteosíntesis.
La osteosíntesis consiste en una intervención quirúrgica que inmoviliza el hueso dañado por la fractura a través de una placa y tornillos de metal (titanio generalmente).
El doctor Pablo Besser, traumatólogo especialista en tobillo y pie, explica por qué hoy se opta por este método más que por el yeso “Hoy día las fracturas de tobillo se operan porque los resultados son mejores. Los médicos buscamos que se restituya la anatomía, que quede tal como estaba antes. Esto se logra con estas placas, y así al mismo tiempo permite que haya movilidad precoz y evitamos rigidez de la articulación y atrofia muscular”, señala.
Recuperación de una fractura de tobillo
El tiempo de recuperación de una fractura de tobillo es lento, se requiere mínimo de un mes y medio para sanar completamente esta lesión.
Sin embargo, luego de este tiempo no debiera haber complicaciones, un hueso rehabilitado tiende a hacerse más fuerte por lo que el paciente no debería sufrir consecuencias de esta lesión luego de un tratamiento adecuado.
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