Se estima que en Chile cerca de un 5% de la población ha sufrido de una crisis de pánico, las que suelen aparecer inicialmente alrededor de los 20 a 30 años y con más frecuencia en mujeres.

A diferencia de otros cuadros, la crisis de pánico suele presentarse como una angustia súbita, sin ninguna señal o aviso, lo que aumenta el temor de volver a sufrirlo.

Según explica el doctor Daniel Elgueta Muñoz, psiquiatra de Clínica Dávila, la principal característica de este trastorno es la sensación súbita de muerte inminente.

“El paciente puede estar realizando cualquier actividad cotidiana cuando, de manera repentina, comienza a sentir sudoración, mareo, palpitaciones, dolor en el pecho, ahogo, nausea y temblores, seguidos por un miedo extremo a morir o perder el control”, comenta el profesional. La sensación es tan intensa que la primera consulta se realiza muchas veces pensando que se está sufriendo un infarto cardiaco.

Si bien no son peligrosos y suelen extenderse solo por algunos segundos o minutos, pueden llegar a ser invalidantes e implicar un deterioro en la calidad de vida de una persona, en especial ante el miedo constante de volver a sufrirlos y evitar por ello ciertas situaciones o lugares. Además, si se vuelven recurrentes (repetidos), se podría estar frente a un trastorno de pánico, por lo que se debería consultar a la brevedad a un especialista.

¿Por qué se producen?

El doctor Elgueta Muñoz explica que cualquiera puede presentar una crisis de pánico. Si bien no se conoce la causa exacta, se cree que son factores gatillantes el actual estilo de vida, sumado a factores hereditarios en personas estresadas, con mucho trabajo. También se ha visto que es más frecuente en personas que han sufrido situaciones traumáticas en la niñez, depresión, trastornos de ansiedad o bipolaridad, o cuando hay abuso de alcohol o drogas.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico es realizado por el especialista tras un examen físico y una evaluación psicológica que permita descartar otros problemas de salud que estén produciendo estos síntomas.

En general, el tratamiento contempla el uso de medicamentos, como antidepresivos, que ayudan a disminuir los síntomas y su frecuencia, y la psicoterapia, para aprender a superar el miedo, controlar los síntomas de las crisis y comprender por qué se producen. También se puede incluir técnicas de relajación.

¿Cómo reaccionar frente a una crisis de pánico?

Las siguientes son algunas recomendaciones para actuar frente a una crisis o cómo ayudar a alguien que la presente:

  • Si se encuentra en un lugar con mucha gente, se debe salir en busca de más aire y espacio.
  • Respirar lento y profundo y esperar a que pase, no intentar reprimirlo.
  • Concentrarse en el hecho de que nada malo va a pasar y no pensar en lo negativo que podría suceder.
  • Una vez finalizada la crisis, retomar la actividad de manera gradual y relajada.
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