¿Qué es el control sano?

El control de niño sano contiene todas aquellas acciones y actividades médicas que tienen como objetivo la prevención, detección y tratamiento oportuno de todo tipo enfermedades, sean éstas de origen físico o psicológico. El control sano incluye a los padres, entorno familiar y cuidadores del niño y participan profesionales como médicos, enfermeras, fonoaudiólogos y educadores, entre otros.

Además de la prevención y tratamiento de patologías, se busca acompañar y educar a las familias para promover un óptimo desarrollo y crecimiento del niño o adolescente.

El neonatólogo y pediatra de Clínica Dávila Antonio Ríos Derpich comenta sobre la frecuencia de estos controles en los niños: “Durante el primer año de vida, los padres deberían controlar a los niños de forma mensual. Esto es lo mínimo durante el primer semestre de vida”. El facultativo agrega: “El segundo semestre se puede controlar bimensual, y desde ahí en adelante se van distanciando los controles. Para un niño más grande, de 14 o 15 años, con un control al año es suficiente, salvo en situaciones especiales”.

¿Qué incluye un control sano?

El doctor Ríos explica: “El control sano de los niños es fundamentalmente clínico. Si el niño que llega a la consulta está creciendo bien y sin mayores complicaciones no se le indican exámenes, a diferencia de los adultos. Los pediatras fundamentalmente realizamos un examen físico que es una herramienta muy importante para descartar patologías. Evaluamos el crecimiento y el desarrollo psicomotor, entre otros factores”.

Control sano en adolescentes

En general, los padres de niños pequeños acuden de manera sistemática a los controles con sus hijos. Sin embargo, a medida que estos crecen, la preocupación por el tema disminuye. El doctor Ríos indica al respecto: “Existe un vacío entre los 15 y 20 años. En esas edades no hay un control sano tan riguroso, pero el desarrollo mental, psicológico y físico del niño continúa. En otros países, el pediatra ve niños hasta que son mayores. Actualmente en Chile, existe la subespecialidad de la adolescencia, en que médicos pediatras se forman cómo adolescentólogos y se especializan en pacientes jóvenes. Atienden niños hasta los 20 años, pero la mayor parte de los padres no saben que existen estos especialistas”, dice el facultativo.

Orientaciones técnicas para el control de salud integral de adolescentes

Al tanto de esta problemática, el MINSAL (Ministerio de Salud) ha elaborado las Orientaciones Técnicas para el Control de Salud Integral de Adolescentes. En ellas se propone el concepto de “Control de Salud Integral”, para todos los y las adolescentes. Por medio de distintas herramientas como, entre ellas la Ficha Clínica de Atención Integral CLAPS/OPS/OMS (Centro Latinoamericano de Perinatología, Organización Panamericana de la Salud y Organización Mundial de la Salud, respectivamente), permite crear una historia clínica a la medida de estos pacientes. El control de salud integral incluye la atención a adolescentes hombres y mujeres de 10 a 19 años.

La Historia Clínica del Adolescente (HCA) facilita el registro y su evaluación integral de salud, contemplando la percepción de vida que tenga de sí mismo. Permite, además, el registro de la percepción y observaciones de los profesionales del equipo interdisciplinario de salud.

Es importante recordar que el control de salud de adolescentes es diferente al control del niño. Los adolescentes pueden presentarse solos o acompañados. En ambos casos, los profesionales de salud deben garantizar el acceso expedito respetando los derechos a la salud, a la autonomía progresiva y resguardando la confidencialidad (y sus límites). El neonatólogo Antonio Ríos agrega: “Los jóvenes están en condiciones de describir lo que les pasa. Pueden contar al médico o profesional de salud si tienen algún problema, algún dolor, por ejemplo. En este caso es importante que los adolescentes cuenten con un médico que les genere confianza, que sea su pediatra de cabecera, con el cual puedan tener algún tipo de relación y que puedan consultar todas sus dudas”.

Controles sanos con madres y padres de adolescentes

“Es una realidad que cada vez, con mayor frecuencia, ambos padres participan en el control sano y se involucran, lo que es muy positivo en esta etapa. Antes los pediatras sólo veíamos a las madres acudiendo a control con sus hijos. Es importante hacer un llamado para que tanto el padre como la madre tengan un rol activo en el control sano de sus hijos adolescentes”, finaliza el especialista.

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