Consejos para prevenir el sobrepeso y obesidad infantil
Considerados como problemas graves de salud pública en el siglo XXI para los países desarrollados y en vías de desarrollo, el sobrepeso y la obesidad infantil han llegado a conceptualizarse como “epidemias”. Aunque la prevalencia es alta en países de ingresos medianos y bajos, y menor en países desarrollados, ninguno se queda fuera de la lista. Chile está dentro de los 10 países con mayores índices de exceso de peso en el mundo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define obesidad como una “acumulación anormal o excesiva de grasa que supone un riesgo para la salud. En niños su medición es más compleja que en adultos. Sin embargo, existen patrones poblacionales que separan la medición entre los 0 a 5 años, entre los 5 y los 19 años, y en la adultez, donde es medida por el IMC, el Índice de Masa Corporal, una relación entre el peso y la talla de una persona.
Causas del sobrepeso y obesidad infantil
Si bien hay condiciones médicas como la Diabetes Gestacional (aumento de azúcar en la sangre durante el embarazo producida por el sobrepeso u obesidad de la madre), la mayoría de los casos de sobrepeso y obesidad infantil están relacionadas al sedentarismo y la mala alimentación. La pediatra de Clínica Dávila, María Luisa Aguirre, es enfática al mencionar que la obesidad debe solucionarse durante la infancia, dado que “si permanece (el niño) obeso hasta los 18 años va a ser un adulto obeso y va a sufrir consecuencias graves a largo plazo, como por ejemplo, diabetes, riesgo cardiovascular aumentado, presión alta, en resumen, tendrá una peor calidad de vida”.
La mala alimentación que puede provocar sobrepeso u obesidad infantil tiene las siguientes características:
- Grandes porciones de comida.
- Pocas frutas, verduras y hortalizas.
- Bebidas gaseosas y jugos azucarados en vez de agua.
- Exceso de grasas, azúcares, sal y aderezos.
- Poco equilibrio entre proteínas, verduras y carbohidratos.
- Exceso de alimentos procesados, altos en carbohidratos, grasas saturadas y sodio.
Otra de las causas de la obesidad y sobrepeso infantil es el sedentarismo. La carencia de actividad física cada vez es mayor en niños. La profesional señala que los niños deben hacer actividad física al menos una hora al día. Estos no tienen por qué ser ejercicios estructurados (rutina de ejercicios), pero sí debe existir el juego, ojalá al aire libre, algo difícil de compatibilizar entre la tecnología y el ritmo de vida de los adultos.
¿Cómo controlar el peso en la infancia?
La OMS señala que al ser la mala alimentación y sedentarismo una problemática social, deben ser abordados con cambios estrictos en las políticas públicas. Un ejemplo de esto en Chile es la reducción de sal en el pan, la ley de etiquetado, la ley de venta de productos saludables en kioscos de establecimientos educacionales, o la prohibición de comprar “comida chatarra” con la tarjeta JUNAEB para la educación superior.
Para la experta de Clínica Dávila, tanto en la prevención como el tratamiento del sobrepeso y obesidad es fundamental un cambio de hábitos a nivel familiar, “Que todos en la casa coman igual, no “tú estás a dieta, así que vas a comer distinto”, no, esto nos hace bien a todos, así que todos vamos a comer igual. Tiene que haber fruta, tiene que haber verduras, tiene que haber platos saludables y las cantidades justas”, señala.
Algunas indicaciones de la profesional para mantener una vida saludable son las siguientes:
- Prolongar la lactancia materna desde la primera hora del parto hasta los dos años.
- Beber agua para la sed, en reemplazo de jugos azucarados y bebidas gaseosas.
- De 2 a 3 frutas al día.
- Verduras y hortalizas, variadas dos veces al día.
- Proteínas como pescado y huevo, y prefiriendo la carne baja en grasa.
- Hasta los 4 años, no más de 200 cc como porción de comida, la que aumentará paulatinamente junto con el crecimiento.
- Evitar la sal y el azúcar, también los aderezos.
- 1 hora diaria de actividad física de juego libre.
Es importante que los padres hagan un esfuerzo por comer lo mismo que los niños y cambiar especialmente los hábitos de actividad física. Es comprensible el cansancio por la vida laboral, pero si el panorama del fin de semana hoy incluye comida rápida y series de televisión, películas o videojuegos, se debe evitar o en su defecto controlar la chatarra a no más de un día a la semana, y preferir las salidas al aire libre para realizar actividad física. Este tipo de hábitos saludables son un tratamiento natural que no requiere medicamentos. Cambios pequeños como andar en bicicleta o caminar para realizar alguna compra en el comercio cercano pueden significar una solución eficaz para conseguir una mejora de la calidad de vida tanto en niños como adultos.
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