El suicidio se ha convertido en la segunda causa de muerte en Chile, de hecho, según estudios, nuestro país presenta la segunda mayor tasa de suicidio en el grupo etario de entre 10 y 24 años, dentro de los países de la OCDE. Así lo corrobora la doctora Eugenia Escorza, psiquiatra de Clínica Dávila, “han aumentado las tasas de suicidio en los jóvenes y a pesar de que las mujeres tienen mayores gestos suicidas, cuando hablamos de suicidio nos referimos al cometido, el hecho, muerte por autolesión y en ese caso, los varones son más que las mujeres”.
Asimismo, la especialista explica que hay que entender que cuando se habla de suicidio, no sólo se considera el acto en sí, sino que también se hace referencia a suicidalidad, lo que abarca a todo acto considerado como un daño a sí mismo, “desde ideas, pensamientos, gestos, intentos o conductas parasuicidas, hasta el suicidio mismo. Intentos letales de distintos grados”.
En este contexto, es importante diferenciar cuáles son los principales factores de riesgo que aumentan la probabilidad de suicidio en las personas.
Según la doctora Escorza, la característica que está más relacionada a los suicidas son las enfermedades psiquiátricas, en especial los trastornos bipolares, afectivos, psicosis y trastornos por dependencia.
Es por lo anterior, que es muy importante estar atento a las señales de alerta detalladas a continuación:
- Cambios en la conducta.
- Irritabilidad.
- Mal genio.
- Falta de sueño.
- Aislamiento.
- Baja en el rendimiento.
- Falta de energía.
- Cambios en el apetito.
Igualmente, existe una gran variedad de factores que pueden afectar al momento de tomar la decisión, por ejemplo, sexo, edad, estado civil, entre otros. Esto, porque conforme a lo explicado, el suicidio es mucho más frecuente en hombres mayores, que están por sobre los 60 años, a pesar de que han aumentado las tasas de suicidio en adultos jóvenes que están entre los 15 y 35 años. Además, se ha demostrado que las personas solteras, recién separadas o con el diagnóstico de una enfermedad grave o terminal tienen estas actitudes más habitualmente, mientras que estar casado es considerado un factor protector, asimismo lo son el mantener una vida espiritual, religiones y vínculos fuertes con otras personas. También declara que la oportunidad es otro factor de riesgo a considerar, puesto que, quienes tienen acceso a armas o drogas aumentan su riesgo de adquirir conductas suicidas.
¿Cómo se puede prevenir un suicido?
La psiquiatra de Clínica Dávila asegura que es de suma relevancia, especialmente en el caso de los adolescentes, que, si el paciente presenta uno o más de los síntomas expuestos previamente, lo más recomendable es que se busque ayuda de un psiquiatra capacitado para atenderlo y de esta forma determinar si es que efectivamente existe algún tipo de trastorno del ánimo. Además, si el paciente así lo desea, puede complementar su terapia con opciones alternativas, sin embargo, por ningún motivo debe dejar de lado la atención médica.
Otro punto a considerar es el acompañamiento. Los familiares de pacientes con más factores de riesgo deben conversar con sus seres queridos para mantenerse al tanto de cómo se están sintiendo y prestarles toda la atención necesaria. Esto, porque muchas veces la suicidalidad se pasa por alto, ya que se piensa que son actitudes “para llamar la atención”, pero conforme a lo aclarado por la especialista, esto no es así.
“Lo que pasa es que muchos se van perfeccionando en eso y van perdiendo el miedo, van eliminando barreras, no toda la gente se suicida de un viaje, hay gente que empieza por tomarse unas pastillas, sigue por tomar más pastillas, después ya empieza a pensar formas, buscan en google, se perfeccionan en ese tipo de acciones”, confiesa la psiquiatra.
Finalmente, es relevante para evitar el suicidio que las personas utilicen los recursos dispuestos para prevenir estas situaciones. Existen redes de apoyo, teléfonos que atienden a la angustia y programas de prevención al suicidio que buscan evitarlo.
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