¡Planifica tus vacaciones y la operación de tus pequeños con tranquilidad!
Cirugía infantil en Red Dávila
Las vacaciones de verano no solo son un momento para disfrutar del tiempo libre, sino también una oportunidad para que los padres resuelvan ciertas necesidades médicas de sus hijos que, de otra forma, podrían afectar su rutina escolar. Dentro de estas, las cirugías pediátricas ocupan un lugar importante, ya que muchas veces requieren un período de recuperación que puede ser más cómodo y manejable durante las vacaciones.
El verano ofrece un contexto ideal para abordar procedimientos como la amigdalectomía, la corrección de hernias y otras intervenciones menores que podrían generar ausencias escolares y dificultades logísticas en meses de clases. Además, el hecho de no tener tareas ni exámenes pendientes ayuda a que los niños y niñas se concentren completamente en su recuperación, lo que contribuye a mejores resultados postoperatorios.
Otro punto a favor de realizar cirugías en esta época es que las familias suelen tener mayor flexibilidad para dedicar tiempo al cuidado del menor, coordinando mejor las visitas médicas y supervisando los cuidados necesarios en casa. “Realizar estas cirugías durante las vacaciones evita que los niños pierdan días de clases y permite a las familias organizar mejor los cuidados en casa”, explica la Dra. Carolina Correa, Coordinadora de Cirugía Infantil de Clínica Dávila.
Las cirugías infantiles más comunes
Entre los procedimientos más frecuentes durante la infancia destacan:
- Amigdalectomía y adenoidectomía: Indicadas para tratar infecciones recurrentes o problemas respiratorios, como la apnea del sueño.
- Hernias inguinales o umbilicales: Problemas comunes en niños pequeños que requieren intervención para prevenir complicaciones como estrangulamientos.
- Cirugías ortopédicas menores: Como correcciones de dedos en gatillo o alteraciones congénitas leves.
¿Por qué hacerlo en verano?
Además del tiempo libre, el clima cálido favorece una recuperación más cómoda, evitando complicaciones asociadas al frío, como infecciones respiratorias. “Es una oportunidad para que los pequeños puedan volver a sus rutinas en óptimas condiciones y sin interrupciones en el aprendizaje”, agrega la especialista.
El entorno familiar juega un rol esencial en la recuperación. Crear un ambiente tranquilo y de apoyo emocional contribuye a que el niño se sienta seguro y cómodo. Las vacaciones son un buen momento para dedicar tiempo exclusivo al cuidado del menor, evitando que la recuperación interfiera con la rutina escolar o laboral.
En Red Dávila, los procedimientos pediátricos se realizan con equipos especializados y en un entorno seguro, pensado en el bienestar de los niños y la tranquilidad de sus familias. Aprovechar este período para resolver problemas de salud puede marcar una diferencia significativa en su calidad de vida futura.