La importancia de la mamografía anual

La prevención y detección temprana del cáncer de mama es crucial para reducir las tasas de mortalidad, especialmente en mujeres mayores de 50 años. Si bien el autoexamen mamario es una herramienta útil para familiarizarse con el cuerpo, no debe considerarse un método de diagnóstico definitivo. La mamografía, por otro lado, ha demostrado ser mucho más efectiva para detectar anomalías en las mamas, especialmente en etapas tempranas, cuando el tratamiento puede ser más exitoso.

¿Autoexamen o mamografía?

El autoexamen de mamas, aunque recomendado como una práctica de cuidado personal, tiene importantes limitaciones. Según la Dra. Rocío Guerra, cirujana de mama de Red Dávila, el autoexamen solo permite conocer nuestro cuerpo y estar atentos a posibles cambios. Sin embargo, cuando se detecta una lesión palpable, es probable que ya se haya perdido tiempo valioso para un diagnóstico temprano. En este sentido, el autoexamen es útil para conocerse a sí mismo, pero no puede sustituir a los exámenes clínicos o radiológicos, como la mamografía.

Por su parte, la mamografía ha sido uno de los métodos más efectivos para detectar el cáncer de mama en sus primeras etapas. Los estudios indican que, en mujeres mayores de 50 años, la mamografía reduce el riesgo de muerte por cáncer de mama en más de un 30%. En el grupo de mujeres entre 50 y 69 años, se estima que la mamografía disminuye la mortalidad en más del 20%. Esta diferencia en la efectividad es la razón por la cual los especialistas recomiendan realizar este examen de manera anual, especialmente en mujeres mayores de 50 años.

Detección temprana

El cáncer de mama es una de las principales causas de muerte en mujeres a nivel mundial. La detección temprana, a través de la mamografía, permite identificar tumores en etapas iniciales, cuando aún no son palpables y pueden tratarse de manera más efectiva. En muchos casos, un diagnóstico temprano significa que el cáncer es más tratable, y las tasas de supervivencia aumentan considerablemente.

Cuando un tumor es detectado mediante un autoexamen, suele estar en una etapa más avanzada, lo que puede reducir las opciones de tratamiento y afectar el pronóstico del paciente. Por esta razón, aunque el autoexamen sigue siendo una práctica recomendable, no debe reemplazar la mamografía anual, especialmente en mujeres en edades de riesgo.

La mamografía está indicada principalmente para mujeres mayores de 50 años, aunque también se recomienda en mujeres más jóvenes que presenten factores de riesgo, como antecedentes familiares de cáncer de mama o factores genéticos que aumenten la probabilidad de desarrollar la enfermedad.

“Cuídate y hazte la mamografía” es el mensaje que la doctora Guerra insiste en recalcar, motivando a las mujeres a tomar acción y hacerse este examen que puede salvarles la vida.

Realizar este examen de manera anual puede marcar la diferencia entre un diagnóstico a tiempo y una lucha más difícil contra el cáncer. Las mujeres deben estar informadas y comprometidas con su salud, asegurándose de no postergar una mamografía que podría salvarles la vida.