Entre un 50 y un 90% de las mujeres sufren de dolor menstrual o dismenorrea.
La edad más frecuente de su aparición es en la adolescencia. Los síntomas de esta afección son cualquier dolor que se produce durante la menstruación o los días previos a esta.
“Para combatir el dolor menstrual se debe determinar si es una dismenorrea primaria o secundaria”, señala el doctor Milenko Pavlovic, ginecólogo de Clínica Dávila.
La dismenorrea primaria no tiene causa conocida, es la que se produce en ausencia de una enfermedad demostrable. Se caracteriza por comenzar durante la adolescencia y, generalmente, tiende a mejorar con el tiempo.
Por otro lado, está la dismenorrea secundaria, que es la que se produce debido a la presencia de alguna enfermedad. Generalmente, se desarrolla sobre los 25 años y empeoran los síntomas con el tiempo.
“En el caso de la dismenorrea primaria, esta se puede manejar de diferentes formas. Los tratamientos más efectivos para la dismenorrea primaria, son el uso de antiinflamatorios no esteroidales y hormonas anticonceptivas combinadas. Opciones no farmacológicas son utilizar medidas locales como aplicar calor en la zona abdominal baja, cambios de hábito como realizar ejercicio físico deportivo y cambios en la dieta, como ingesta de algunas vitaminas. Todas estas últimas, tienen menor efectividad que el uso de medicamentos, pero entre ellas la medida más efectiva, es la aplicación de calor local”, explica el ginecólogo.
¿Qué es el dolor menstrual?
Generalmente, el dolor menstrual comienza entre uno a dos días antes de la menstruación y va disminuyendo entre las 12 y 72 horas de que comenzó.
El dolor tiende a presentarse en la región del abdomen bajo (hipogastrio) justo por arriba del hueso pubiano y tiene carácter cólico (como calambres o contracciones).
Además, el dolor menstrual se puede asociar a otros síntomas tales como:
- Náuseas.
- Vómitos.
- Diarrea.
- Fatiga.
- Cefalea.
¿Cuándo se debe consultar con el especialista?
Se debe consultar con el especialista cuando existen síntomas de dismenorrea secundaria o cuando la dismenorrea afecta la calidad de vida de la paciente.
Los signos de alerta de dolores menstruales secundarios son aparición de la dismenorrea después de los 25 años, presencia de sangrado uterino anormal, dolor que no se ubique en la línea media abdominal (como por ejemplo, dolor en el costado), relaciones sexuales dolorosas, defecación con dolor y que estos síntomas se vuelvan más grave con el tiempo.