El tratamiento para los tumores de hipófisis dependerá del tipo de lesión, de su tamaño, del perfil hormonal, de la edad del paciente, de su estado de salud y de la asociación a síntomas compresivos.
“El médico tratante puede recomendar observar el tumor, realizar una cirugía, la radicación o medicación o una combinación de ambas terapias”, explica el doctor Claudio Campos, neurocirujano de Clínica Dávila.
En primer lugar, el neurocirujano o endocrinólogo solicitará al paciente una resonancia magnética del cerebro con énfasis en la base, donde se aloja la glándula pituitaria.
De esta manera, se podrá obtener las características de la lesión y recomendar la terapia adecuada. Además, el doctor indicará la realización de un perfil hormonal, para descartar la producción en exceso o deficiente, para utilizar suplementos en caso de ser necesario.
Para el tratamiento de un tumor de la glándula pituitaria se necesita de un equipo multidisciplinario de especialistas, entre estos pueden participar neurólogos, neurocirujanos, endocrinólogos y radioncólogos, entre otros.
En los tumores pequeños o microdenomas en su gran mayoría la indicación es observarlos en el tiempo con resonancia magnética y seguimiento clínico. El manejo dependerá de cuál sea su comportamiento.
Tipos de tratamientos para los tumores de hipófisis
Manejo médico
El manejo médico de entrada se recomienda para aquello tumores que producen prolactina (prolactinomas), ya que existe una reducción importante del tumor con los medicamentos.
La cirugía se indica cuando hay intolerancia a los remedios o la reducción de tumor no fue satisfactoria, entre otros factores.
Tanto para el síndrome de Cushing o los tumores de secreción de la hormona de crecimiento se utilizan medicamentos de administración oral o inyecciones, que el médico tratante recomendará.
Cirugía del tumor de la hipófisis
La cirugía como terapia para los tumores en la hipófisis se practica, generalmente, por vía transesfenoidal transnasal endoscópica.
Esto quiere decir que a través de la nariz se llega a la zona del tumor, a la glándula pituitaria, realizando una pequeña incisión en la base del cráneo.
En el caso de que no se pueda acceder por la vía nasal, se realizará el procedimiento por el cráneo o denominada vía transcraneal (craneotomía).
El tumor se extirpará a través de una incisión por el cuero cabelludo. De esta manera, es más fácil acceder a lesiones de gran tamaño o con mayores complicaciones.
“La cirugía tiene diferentes fines, como es tener tejido para el estudio anatomopatológico, estudio de los tumores, o descomprimir estructuras adyacentes”, indica el especialista.
En la mayoría de las veces que se realiza esta cirugía es en el caso de que el tumor pituitario esté presionando los nervios ópticos o cuando se está produciendo hormonas en exceso.
Radiación
Hoy en día la radiocirugía con Gamma Knife es una importante arma terapéutica en casos de remanentes tumorales o de resección incompleta de las lesiones hipofisiarias. Tiene la ventaja que se irradia solamente la lesión sin comprometer otros órganos ni estructuras del sistema nervioso.
Esto se realiza a través de un equipo altamente sofisticado que emite radiación Gamma desde una fuente de cobalto. La precisión se logra debido a la instalación de un marco estereotáxico con anestesia local fijo al cráneo.
Luego de esto el paciente se hace un TAC y/o Resonancia Magnética, que con estas imágenes se realiza el cálculo de las dosis y la cantidad de radiación a indicar.
El objetivo de la radicación es la reducción tumoral o la eliminación de la posibilidad de crecimiento del tumor.
Reemplazo de hormonas pituitarias
En el caso de que un tumor pituitario, la cirugía o la radioterapia reduzca la producción de hormonas, se recomienda reemplazarlas para mantener los niveles en estado óptimo.