La ambliopía u ojo perezoso, como también se le conoce, es la pérdida de la capacidad de un ojo para ver los detalles y es la causa más común de problemas de visión en los niños.

La doctora Galia Gutiérrez, oftalmóloga de Clínica Dávila, explica que “la ambliopía es una disminución de la visión o falta de desarrollo visual sin causa orgánica (estructuras del ojo que permiten la visión sana), que se produce en un periodo sensible del desarrollo visual (antes de los 8 a 10 años)”.

En relación al diagnóstico, la especialista especifica que “se pesquisa con la toma de visión que se hace a los 4 años en el primer control oftalmológico. En general los niños no lo notan, porque no tienen experiencia de visión normal o, si es en un solo ojo, no se dan cuenta porque miran siempre con los dos. Lo más importante es destacar que suele ser asintomático, por lo que si no se realiza una pesquisa no se puede diagnosticar”, indicó.

Los signos y síntomas del ojo perezoso incluyen los siguientes:

– Ausencia de visión estereoscópica o visión de profundidad

– Guiño

– Estrabismo

Sobre las causas de la ambliopía podemos mencionar el estrabismo, los vicios de refracción y la privación del estímulo visual (en orden de frecuencia).

La especialista indica que “el tratamiento está orientado a entregar al paciente la mejor corrección óptica, para que el ojo ambliope reciba exclusivamente el estímulo visual sin competencia con el ojo sano”.

Igualmente agrega que “otra forma de tratamiento, cuando no es posible usar parche, es la penalización que puede ser óptica o farmacológica (castiga la visión del ojo sano), la corrección del estrabismo o de la causa de la privación, como por ejemplo, la corrección de un ptosis (caída del párpado superior) que cubra el eje visual”.

Prevención del ojo perezoso

La doctora Gutierrez enfatiza que “la medida de prevención más importante es tomar la visión precozmente (control de los 4 años) o si hay antecedentes de enfermedades oculares en la familia, hacerlo antes. Los niños pueden ser evaluados desde que nacen según su desarrollo psicomotor, esto es, desde los 3 a 6 meses cuando ya fijan y siguen los objetos. Así se puede recuperar la visión a tiempo”, concluyó.

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