Conocer las complicaciones más frecuentes que producen los cálculos renales es fundamental, ya que un tratamiento inadecuado puede perjudicar el funcionamiento de los riñones, haciendo que sea más difícil que se filtren las toxinas que nuestro mismo cuerpo produce.

El doctor Henry Toloza, urólogo de Clínica Dávila, explica que “si un paciente tiene un cólico renal significa que está eliminando un cálculo y que está obstruyendo uno o ambos riñones. Si están comprometidos ambos, corresponde a una urgencia urológica, ya que el paciente rápidamente puede presentar falla renal con las consecuencias que ella conlleva”.

Asimismo, indica que “si la obstrucción es unilateral, es muy factible que el otro riñón pueda suplir la función del órgano que está comprometido y el paciente pueda seguir orinando, pero la obstrucción permanente de un riñón por algunas semanas irá generando un deterioro en la función del riñon comprometido que puede llegar a ser irreversible. Otra complicación que se genera con la obstrucción de un riñón, es la mayor probabilidad de desarrollar una infección urinaria que en este contexto podría rápidamente desencadenar un cuadro séptico”.

Además, aclara que “todo lo señalado anteriormente es en el contexto de litiasis obstructivas a nivel ureteral, pero en el caso de las litiasis coraliformes (cálculos renales con forma de coral) estos habitualmente están colonizados con bacterias, generando un proceso inflamatorio crónico del riñón que lentamente va deteriorando su función hasta generar su exclusión o un cuadro infeccioso grave”.

Igualmente especifica que “en el contexto de litiasis complicadas y asociadas a infección urinaria o que provoquen falla renal, esta acumulación toxinas puede comprometer rápidamente la función hepática, circulatoria y finalmente neurológica, poniendo en riesgo la vida del paciente”.

Enfermedades relacionadas con los cálculos renales

El doctor Toloza, señala que existen múltiples patologías que se asocian con la formación de cálculos. Entre ellas, las más frecuentes son:

Enfermedad intestinal: la pérdida de líquidos o la diarrea crónica puede alterar el PH urinario rompiendo el equilibrio en la orina. Esto aumenta la posibilidad de formación de cálculos de ácido úrico, cálculos de calcio e incluso cálculos de estruvita (tipo de mineral).

Diabetes: son variados los mecanismos mediante los cuales esta enfermedad aumenta la incidencia de urolitiasis, que van desde la modificación del epitelio gastrointestinal hasta la inmunosupresión que aumenta el riesgo de infecciones urinarias y posterior aparición de cálculos de estruvita.

Obesidad: las personas con un IMC mayor de 30, excretan mayor cantidad de oxalato, ácido úrico, sodio y fosfato. Todos estos cambios aumentan considerablemente el riesgo de formación de cálculos renales.

Gota: muchas veces se hace el diagnóstico de esta enfermedad relacionándolo con la formación de cálculos de ácido úrico recurrentes.

Hiperparatiroidismo: la enfermedad que afecta esta glándula genera las alteraciones suficientes del metabolismo del fósforo y el calcio para la formación de cálculos con esta composición.

Medidas de Prevención

Como forma de prevenir la aparición de cálculos renales, el especialista recomienda las siguientes medidas:

Control de patologías crónicas: enfermedades crónicas como la hipertensión, obesidad, gota, hiperparatiroidismo, entre otras, generan condiciones favorables para la formación de cálculos.

Aumento de ingesta de líquido: la formación de litiasis se produce porque los cristales eliminados en la orina no logran disolverse en la cantidad adecuada. El tipo y cantidad de líquido recomendables son variables, evidentemente es mejor el agua porque no tiene asociado azúcares, ni genera otro tipo de aporte no deseado.

Disminuir ingesta de sal. El alto consumo de sal incrementa la aparición de cálculos renales.

Mantener una dieta baja en proteínas de origen animal: el consumo exagerado de proteínas, sobre todo en pacientes que sufren alteraciones en el manejo del ácido úrico, favorece la producción de litiasis.

El doctor Toloza afirma que estas recomendaciones son generales y que siempre es necesario realizar un estudio metabólico acucioso para cada paciente que padece de cálculos renales.

Para más información sobre esta patología puede revisar el artículo: Cálculos renales: qué son y cómo se pueden tratar

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