Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la cefalea o dolor de cabeza es la segunda causa de ausentismo laboral o académico, después del lumbago, y la segunda causa de pérdida de la actividad recreacional.

¿Cómo abordar este trastorno común, que puede llegar a afectar la calidad de vida de tantas personas?, fue el tema principal de un nuevo Dávila en Vivo, conversación en directo vía Facebook que contó con la participación del neurólogo Alberto Vargas y la nutricionista Elizabeth Sagaceta, ambos especialistas de Clínica Dávila. En la oportunidad se respondieron, además, las principales consultas enviadas por pacientes a través de redes sociales.

El doctor Alberto Vargas señaló que la cefalea, como concepto, es el dolor en cualquier estructura de la cabeza, que incluye cuero cabelludo, dientes y senos nasales, entre otras. “Las cefaleas se dividen en dos tipos fundamentalmente: las que tienen causa en el cerebro y las que no tienen causa evidente, como la migraña (que es un tipo de cefalea), las cefaleas tipo tensional, y otras más que son menos comunes”, explicó.

Causas del dolor de cabeza

En general, la cefalea es multifactorial. Una sus causas es el sexo del paciente: por cada hombre que tiene jaquecas, hay en promedio cinco mujeres con jaqueca, donde existe un factor hormonal involucrado, con crisis asociadas a ciclos menstruales y embarazo. Incluso el consumo de anticonceptivos ricos en estrógenos previene en cierta medida la frecuencia de los dolores de cabeza. También hay una susceptibilidad genética, es decir, es más fácil ser migrañoso en familias que presentan esta patología. La falta o exceso de sueño, cambios de luminosidad o mucho tiempo frente a una pantalla también pueden ser gatillantes de cefalea.

La nutricionista Elizabeth Sagaceta se refirió, en tanto, a la relación de la alimentación con los dolores de cabeza. “Entre los alimentos que pueden desencadenar este dolor se encuentran los quesos maduros, el vino tinto, el pescado, algunos cítricos, el chocolate y la cafeína. También se asocia al consumo de azúcares y carbohidratos simples o los alimentos procesados, que tienen muchos aditivos, conservantes, y edulcorantes como el aspartamo”, indicó.

A lo anterior se suman los cambios de hábito bruscos, como es el consumo excesivo o reducido de agua, la deshidratación y los ayunos, entre otros.

Diagnóstico de los dolores de cabeza

Para realizar el diagnóstico de este trastorno, los neurólogos se orientan inicialmente en la ubicación del sitio de dolor. “Por ejemplo, cuando yo tengo un dolor de cabeza que ocupa la mitad de la cabeza, uno puede pensar que es una migraña o una jaqueca. Cuando tengo un dolor de cabeza que fundamentalmente es en la región frontal, o en la región occipital, lo más probable es que sea una cefalea de tipo tensional. Personas que presentan cefalea como un cintillo, es tensional hasta que se demuestre lo contrario. Hay también unos tipos especiales de dolor de cabeza que se caracterizan por ubicarse alrededor de los ojos. Diferentes orientaciones nos guían para diferentes diagnósticos”, expresa el doctor.

Los especialistas indicaron que en general no se realizan muchos exámenes o imágenes para diagnosticar una migraña, pues en gran parte se determina tras el examen físico y por el interrogatorio del paciente, por lo que se analiza caso a caso. “Es importante que la gente sepa que un dolor de cabeza crónico, de muchos años de evolución, habitualmente no es peligroso. Es raro que sea provocado por un tumor, un quiste o un accidente vascular. Los dolores que tienen estas causas son de menos duración en la vida del paciente, son más recientes, de unos dos o tres meses. En cambio, si alguien presenta un dolor de cabeza de menos de tres meses de duración que nunca había tenido, que lo despierta en la noche y que no le permite dormir, o que se presenta con otros trastornos físicos como pérdida de un campo visual o dificultad para emitir la palabra, ese es el peligroso. En ese caso hay que consultar prontamente y hacer rápidamente los estudios con imágenes”, puntualizaron.

Según afirmaron los especialistas, está demostrado que la principal causa por la cual el tratamiento de una cefalea es poco eficaz, es porque el diagnóstico fue equivocado. “Por eso el paciente debe intentar localizar y caracterizar bien su dolor, para poder hacer bien el diagnóstico e indicar el tratamiento que sea efectivo”.

Una importante recomendación es llevar “un diario del dolor” donde el paciente registre todo lo que haga o consuma, incluido el tiempo frente a una pantalla, horas de sueño y luminosidad del día, entre muchos otros factores, y así identificar qué lo puede estar gatillando.

Tratamiento de la cefalea

El manejo de la migraña y cefaleas en general se dividen actualmente en dos tipos: manejo para quitar el dolor, que se llama manejo abortivo o tratamiento agudo, y el manejo preventivo, que es hacer cambios en el estilo de vida y tomar medicación en forma permanente durante un tiempo, alrededor de 3 a 6 meses, con el objetivo de que este dolor no sea tan frecuente, para posteriormente usarla solo de forma ocasional.

“Existe una batería grande y amplia de medicamentos que previenen la aparición del dolor y hacen que la molestia que es frecuente, se vuelva ocasional, que es lo que uno busca finalmente”, puntualizaron. Se considera que el tratamiento con medicamentos es positivo cuando disminuye en un 50% la frecuencia de los ataques de dolor.

Destacaron, además, la importancia de no automedicarse, pues el abuso de este tipo de fármacos puede producir cierta resistencia o adicción. “Son medicamentos que deben ser bien usados, porque si no, generan complicaciones serias, graves y complican el manejo de la cefalea”, contaron.

Entre estas complicaciones se cuentan la llamada cefalea de rebote, cuando el cerebro, al estar acostumbrado al medicamento y no tenerlo en la sangre, genera un dolor de cabeza. También por el mecanismo intrínseco del fármaco, la suspensión también provoca dolor de cabeza.

Además, indicaron que hay pacientes que han presentado complicaciones graves asociadas con el abuso, que van desde un infarto cardiaco hasta una trombosis al cerebro.

Cuando un paciente reporta un dolor de cabeza que además de migrañoso tiene un componente tensional muscular asociado, también se puede recomendar el uso de bótox o toxina butulínica, que antiguamente era resistido por los especialistas. Sin embargo, es un tratamiento que se indica solo cuando todo lo anterior no ha funcionado. “Antes hay que intentar hacer prevención con los otros fármacos, que suelen andar muy bien. Aproximadamente el 85% de los pacientes andan bien con la profilaxis y solo un 15% es resistente”, aclararon.

También se recomiendan medidas integrales, como cambios en los hábitos de alimentación, que pueden disminuir la frecuencia de los dolores de cabeza y la magnitud. Por ejemplo, la dieta DASH, que se indica para disminuir la hipertensión en base a baja en sal y alta en frutas, vegetales, granos integrales, lácteos bajos en grasas y proteínas magras, también ha mostrado buenos resultados en pacientes con dolor de cabeza.

“El paciente debe abandonar la percepción de que el dolor de cabeza es algo crónico y que es para toda la vida. Hoy estamos en el siglo XXI, que es el siglo del ´no dolor´. Los pacientes tienen que saber que existen tratamientos que previenen la aparición del dolor de cabeza o que van a disminuir la frecuencia de crisis de dolor, para mejorar su calidad de vida. Por eso, es muy importante consultar”, finalizaron.

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