No es un tema sencillo de hablar. Tampoco es motivo de conversaciones con los amigos, incluso a veces cuesta conversarlo con la familia y hasta con los médicos. Se trata de las hemorroides.
El doctor Rodrigo Fernández, coloproctólogo de Clínica Dávila, explica que las hemorroides son vasos sanguíneos que son parte del conducto anal y que por distintas razones se pueden inflamar, picar, doler o sangrar. “Son parte de la anatomía normal de las personas, todos tenemos hemorroides. Son un conjunto de vasos sanguíneos localizados en el canal anal. Por lo tanto es normal tener hemorroides”, dice el especialista.
En Estados Unidos, se estima que hasta el 30 % de la población sufrirá alguna vez en su vida de estas molestias, cifra que aumenta en las personas que tienen más edad.
Hay varios factores que colaboran para la enfermedad hemorroidal. “Existen múltiples causas por las cuales se pueden volver sintomáticas estas estructuras, desde la baja ingesta de fibra, constipaciones, diarrea, embarazo, hábito defecatorio inadecuado (tiempo prolongado en el baño), por nombrar algunos”, dice el doctor Fernández. A ello se suma el embarazo y el parto en las mujeres debido al aumento de la presión intraabdominal.
Tipos de molestias hemorroidal y tratamientos
Las hemorroides, como se mencionó anteriormente, son los vasos sanguíneos que están en el conducto anal y que por distintas razones se inflaman y molestan. Cuando las venas del conducto anal se inflaman, se habla de enfermedad hemorroidal.
Hay varios tipos de hemorroides o formas en las que se presenta este problema en estos vasos sanguíneos, indica el especialista. “Las hemorroides se clasifican según la localización en el canal anal, hemorroides internas y externas. Ambas pueden presentar sintomatología característica. Por ejemplo, la manifestación habitual de las hemorroides internas es el sangrado, aumento de volumen reductible o irreductible al defecar, secreción mucosa, prurito. En cambio, la manifestación más común de las hemorroides externas es la trombosis hemorroides, cuadro de dolor agudo asociado a un aumento de volumen súbito de la región anal”, explica el doctor Rodrigo Fernández, coloproctólogo de Clínica Dávila.
Los síntomas generalmente incluyen aumento de volumen local e inflamación, dolor en relación a la defecación o a la presencia de la masa hemorroidal y sangramiento anal defecatorio y/o espontáneo. En algunos pacientes puede presentarse sangramiento severo.
¿Cómo se tratan las hemorroides?
Según el doctor Fernández, el tratamiento médico dependerá del tipo de hemorroides que tenga cada paciente. Por lo general, el tratamiento es médico y solo un 10 % requerirá algún tratamiento quirúrgico.
“El tratamiento médico para las hemorroides internas consiste en solucionar la causa de base (constipación, diarrea), aumentar la ingesta de fibra y cambiar el hábito defecatorio (tiempo prolongado en WC). Si el tratamiento médico no es efectivo o el paciente presenta hemorroides de gran tamaño o muy sintomáticas, está indicado el tratamiento quirúrgico, que consiste en resecar las hemorroides patológicas. Es la técnica más utilizada”, indica el especialista.
Si se trata de hemorroides externas trombosadas, el tratamiento dependerá del tiempo de inicio de los síntomas, los síntomas asociados y preferencia del paciente. “Dentro de las primeras 48 horas, se puede realizar en un servicio de urgencia la trombectomía del paquete hemorroides comprometido. El tratamiento médico consiste en analgesia, aumentar la ingesta de fibra y realizar baños de asiento caliente, concluyó.
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