En todas las articulaciones de nuestro cuerpo existen ligamentos que son los encargados de mantener unida la articulación, estabilizarla e impedir el movimiento excesivamente amplio de ésta. En el caso de los tobillos, estos ligamentos son los que se ven afectados cuando te doblas o tuerces esta articulación, una lesión que se conoce como esguince.
Según explica el doctor Pablo Besser, traumatólogo especialista en pie y tobillo de Clínica Dávila, el esguince ocurre cuando doblas, giras o tuerces la articulación en forma violenta o más allá de lo que permite la torsión normal. Es habitual en mujeres que utilizan zapatos de taco alto o plataformas y personas que realizan deportes, ya que al caer mal tras un salto o pisar en una superficie que no es pareja, el pie pierde estabilidad y el tobillo se dobla en exceso. La mayor parte de las veces, los esguinces de tobillo afectan al ligamento externo, ya que lo más frecuente es que el pie se doble hacia adentro provocando la distensión de los ligamentos laterales o externos.
Síntomas
Tras la torcedura, existen ciertos síntomas que indican que se produjo un esguince y dependiendo de la intensidad de estos signos, es la gravedad de la lesión. El principal síntoma e inmediato, es el dolor, sobre todo cuando apoyas el pie lesionado y soportas sobre él, el peso del cuerpo. También se produce dolor si te tocas la zona del tobillo.
La inflamación de la zona es habitual, lo mismo que un hematoma que con los días va disminuyendo en la intensidad del dolor. La inflamación y el dolor limitan el movimiento de la articulación y la persona puede o no sentir el tobillo inestable.
En general, los esguinces, cuando son leves, pasan con reposo y algún inflamatorio de uso común, pero en algunas ocasiones es necesario consultar a un especialista.
¿Cuándo se debe consultar?
El doctor Besser señala que “es recomendable hacerlo siempre, primero a un servicio de urgencia, para descartar una fractura asociada, cuando no se logra caminar luego de la lesión o cuando el dolor, pasados los primeros dos días, persiste o va en aumento; o si la caída o lesión fue de alta intensidad en deportes ya sea de contacto o alta velocidad”.
Es importante considerar que una vez que sufres un esguince de tobillo, tienes un mayor riesgo de volver a tener otro por lo que es clave prevenir. Según el traumatólogo, para lo anterior “lo más importante es no apurar la recuperación, no volver a jugar si persiste dolor o inestabilidad pues las recidivas o nuevos esguinces en la misma zona son comunes y llevarán a inestabilidad crónica”, dice el traumatólogo. En el caso de personas que practican deporte, es importante volver a la actividad con una venda de protección, realizar una buena rehabilitación y un paulatino retorno a la actividad deportiva.
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