La eyaculación precoz es una disfunción sexual que afecta al hombre y que se caracteriza por la presencia del orgasmo masculino antes de lograr un grado de satisfacción adecuado en el paciente o su pareja, orgasmo masculino en menos de un minuto después de la penetración, o incluso antes de conseguirla.

Según explica el doctor Enrique Bley, urólogo de Clínica Dávila, esta condición se diagnostica si se presenta en la mayoría de las relaciones sexuales, y se basa en la imposibilidad por parte del paciente de retardar la eyaculación, situación que produce estrés, frustración o tendencia a evitar las relaciones sexuales.

Si bien el mecanismo causante no está totalmente dilucidado, se estima que un desbalance de un neurotransmisor a nivel del sistema nervioso central (serotonina) cumple un rol fundamental.

Además, existen factores de riesgo como ansiedad, culpa, depresión o problemas en la relación de pareja, y se asocia también muy frecuentemente con una erección disfuncional.

Por otro lado, el médico indica que no todos los pacientes adquieren este problema durante su período sexualmente activo, sino que también hay quienes presentan este problema desde el inicio de su vida sexual.

Diagnóstico y tratamiento

Se estima que entre un 30 y un 40% de los hombres de Europa Occidental presentan una vida sexual insatisfactoria a raíz de un orgasmo disfuncional. “El diagnóstico y el número de pacientes en tratamiento ha ido en constante aumento los últimos años, debido a la concientización del problema, a la apertura de la población a dar una mayor relevancia a la sexualidad en la vida de pareja, y a la caída de los prejuicios que mantenían a estos pacientes alejados de la ayuda médica”, agrega el doctor Bley.

Para realizar el diagnóstico, se debe acudir al especialista, quien recopila la historia clínica del paciente y aplica algunos cuestionarios estandarizados que permiten objetivar la presencia del problema y estimar con mayor precisión su severidad, con el fin de orientar de mejor manera posible el esquema terapéutico más adecuado.

“Adicionalmente, en ocasiones se complementa con exámenes metabólicos, hormonales o imagenológicos, con el fin de descartar condiciones asociadas que puedan jugar un papel perpetuador en el problema”, aclara el profesional.

Una vez realizado el diagnóstico, el enfoque terapéutico del problema es multidisciplinario, donde un equipo, encabezado por urólogos, entrega apoyo y contención. También se puede complementar el tratamiento con algunos medicamentos y, en algunas oportunidades, con fisioterapia y kinesioterapia pélvica, psicoterapia y terapia sexual de pareja, a cargo de sexólogos y psiquiatras.

Existen enfoques quirúrgicos, destinados a un grupo extraordinariamente menor de pacientes, por lo que su uso es muy infrecuente.

El doctor Bley destaca, además, la calidad del equipo de profesionales de Clínica Dávila, quienes cuentan con un nivel de entrenamiento óptimo en importantes centros, y que acumulan una vasta experiencia a nivel local e internacional, en todas las áreas involucradas en el tratamiento de esta patología, desde la psicología, psiquiatría, kinesiología y andrología. “Todos trabajan con cohesión y con espíritu de equipo, lo que nos permite exhibir excelentes resultados y entregar una atención de gran nivel a nuestros pacientes”, puntualiza.

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