Si bien muchos padres lo asocian con técnicas complicadas o accesorios costosos, la estimulación de un niño se basa en generar acciones que entreguen experiencias para poder ayudarlo a explorar el mundo que lo rodea.

Según explica la doctora Mariana Hevia, pediatra y nutrióloga pediátrica de Clínica Dávila, la estimulación pasa principalmente por estar atento a su particular forma de desarrollarse, a hablarle, jugar y aprovechar todos los espacios que permitan ir avanzando a su propio ritmo y considerando sus particularidades.

A continuación, la profesional entrega cinco consejos que pueden guiar a las familias, como:

  1. No presionar: un padre o madre para estimular a su hijo no debe basarse en entrenar o enseñar en forma exigente para que alcance determinada meta. Por el contrario, lo más importante es proporcionar un entorno favorable y relacionarse efectivamente de manera cotidiana para que poco a poco el niño vaya avanzando sanamente en su desarrollo.
  2. Todos deben participar: Es fundamental el papel que desempeñan los padres y toda la familia en general, en la estimulación de un niño. Compartir desde el nacimiento en familia y dedicar tiempo a cuidarlo e interactuar con el menor tiene un gran impacto en su desarrollo y bienestar. “Ellos son quienes mejor conocen a su hijo y el tiempo que le dedican y el cariño que entregan es fundamental para su desarrollo”, puntualiza la doctora.
  3. El cariño es fundamental: Está científicamente demostrado que entregar cariño y contención a un niño es clave para su desarrollo. Y al revés, un menor con todos los requerimientos físicos cubiertos, como alimentación, higiene y cuidados, pero al que no se le entrega amor, suele presentar retraso psicomotor. Por eso todo padre o cuidador debe transmitir tranquilidad y amor al niño, tomarlo en brazos, hablarle con dulzura, acariciarlo, cantarle y sonreírle para apoyar su sano desarrollo.
  4. Cuidado con las pantallas: El uso excesivo de pantallas puede desfavorecer el desarrollo psicomotor, ya que se expone a un mundo bidimensional, mientras que el mundo real se experimenta de manera tridimensional. Además, se pierden experiencias y reacciones emocionales que se viven al interactuar con otras personas. Por lo tanto, es importante limitar la exposición de los niños a pantallas como televisión, tablet o celulares, y que esta sea siempre supervisada por un adulto.
  5. La estimulación comienza en el embarazo: Es importante que la madre se prepare, tanto física como psicológicamente durante el embarazo, e idealmente antes de embarazarse para concebir un hijo. Por eso, la recomendación es que ella se encuentre en buen estado psíquico y físico, y mantenga también un buen estado nutritivo, sin déficit de vitaminas ni minerales. También es fundamental que evite el consumo de alcohol y drogas, se controle siempre con el especialista si tiene enfermedades crónicas, y no se exponga a situaciones de riesgo, como radiaciones o pesticidas tóxicos, entre otros, para evitar malformaciones. “Lo ideal es que esté tranquila y no sometida a situaciones de estrés, para que el embarazo se desarrolle en condiciones normales”, aclara la doctora Hevia.
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