La mano es una maravillosa herramienta humana que combina una poderosa capacidad de agarre, con la facultad de manipular objetos con gran precisión, y que nos permite realizar infinidad de tareas cotidianas. Por tal motivo, cualquier problema que la afecte puede tener grandes repercusiones para las personas.

La fractura de muñeca es un quiebre o fisura de uno o más huesos, que generalmente se produce por un golpe o traumatismo a la altura de la porción de cúbito y radio (los dos huesos largos del antebrazo). Es una de las lesiones traumatológicas más frecuentes.

Según explica el doctor Roberto Giaretti, traumatólogo especialista en mano de Clínica Dávila, existen principalmente dos grupos de pacientes que están expuestos a este tipo de lesión:

 

  • Personas mayores de 65 años: se produce generalmente por caídas a nivel, donde la persona se apoya o sostiene instintivamente con la mano extendida. En estos casos, más allá de la fuerza del golpe, el factor de riesgo está dado por la debilidad de los huesos de estos pacientes, que son mucho más frágiles y proclives a quebrarse debido a la osteoporosis.

 

  • Jóvenes entre 18 y 25 años: la fractura ocurre por golpe o traumatismo. En este caso los huesos no necesariamente presentan problemas de debilidad, pero sí el mecanismo de la muñeca debe soportar una gran energía. Es más frecuente en deportes extremos como el descenso de montaña, patinaje en línea, motocross o snowboard.

¿Cómo saber si tengo una fractura?

Si bien la única manera de identificar y realizar el diagnóstico es a través del examen físico por algún especialista y un estudio radiográfico adecuado (que puede ir desde radiografías hasta resonancia magnética), existen ciertas señales que nos pueden indicar que estamos frente a una fractura.

Puedes tener una fractura si después de un golpe presentas:

  • Dolor muy intenso.
  • Aumento de volumen (hinchazón).
  • Limitación de movimientos.
  • Deformación evidente.
  • Crujido.
  • Más tardíamente, con el paso de los días, puede aparecer equimosis (moretón).

“Cualquier dolor en la muñeca que no desaparece después de pasado un día de la lesión podría ser un signo de fractura”, indica el doctor Giaretti. Por eso, es muy importante acudir al médico si el dolor persiste, incluso si no es severo, ya que el esguince de muñeca es muy raro y poco probable.

Tratamiento

Cuando se produce la fractura de muñeca, es muy importante acudir cuanto antes al servicio de urgencia o al especialista ya que, si no es tratado a la brevedad, se corre el riesgo de que los huesos suelden en una posición incorrecta (consolidación viciosa), lo que puede provocar limitación funcional y de movilidad.

El principal tratamiento médico implica reubicar los fragmentos óseos de una muñeca e inmovilizarla en la posición adecuada con un yeso, generalmente por una a dos semanas. Durante ese periodo se deben mantener los dedos ejercitados para no perder movilidad y posterior a éste, se recomendará kinesioterapia.

En cambio, cuando una fractura es inestable o de mayor complejidad, se recomienda el tratamiento quirúrgico, donde la inmovilización se complementa con placas y tornillos metálicos. Este procedimiento se suele realizar con artroscopia, cirugía mínimamente invasiva que opera a través de una pequeña incisión y con la ayuda de una cámara de video e instrumental específico.

El post operatorio es de alrededor de cinco a seis semanas y también requiere del uso de un yeso. Una vez que éste se retira, se comienza un tratamiento de rehabilitación funcional con el kinesiólogo.

“Los procesos de recuperación total de la mano dependerán del grado del daño inicial; suelen ser lentos y aunque los principales cambios ocurren durante los primeros tres meses, la recuperación de movilidad y fuerza, puede tardar hasta un año o incluso nunca llegar completamente”, puntualiza el especialista.

Prevención

Existen estudios que indican que se pueden reducir las posibilidades de fractura de muñeca en deportes con el uso de muñequeras.

 

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