Vivía con las manos mojadas y la ropa manchada, debido al exceso de sudor. Por eso, llegó a Clínica Dávila, donde encontró una solución a este molesto problema.
Marcelo Reyes (40) sufría por una situación que lo acomplejaba día a día. La sudoración excesiva en sus manos y axilas le impedían sentirse seguro a la hora de vestirse y de manipular objetos.
Para regular la temperatura corporal y eliminar las toxinas del cuerpo se produce el sudor, una evaporación natural del organismo. Cuando esta se vuelve excesiva, se conoce como hiperhidrosis, una condición que además de incómoda, no es normal.
“Siempre era molesto que se notara una mancha en la camisa o en la polera, y esto me traía muchas inseguridades. No importaba si fuese invierno o verano, buscaba la manera de esconderlo, pero era imposible”, señala Marcelo.
Cuando le informaron que existía una cirugía para esta patología, consultó con el Dr. Jorge Armijo, cirujano de Tórax y Jefe de Cirugía de Clínica Dávila para que lo evaluara y le confirmara su diagnóstico: hiperhidrosis palmar y axilar. Fue ahí cuando aceptó someterse al procedimiento.
“La simpatectomía es una intervención quirúrgica donde se desinfla parcialmente el pulmón para tener acceso a la cadena nerviosa simpática y, de acuerdo a la enfermedad, a la hiperhidrosis que predomina: axilar, facial, palmar o una combinación de estas, se determina a qué altura del nervio se tiene que ir cortando”, señala el especialista.
En la intervención se introduce una cámara que permite visualizar el interior del tórax. Con un bisturí ultrasónico, se secciona la cadena y aíslan los llamados ganglios simpáticos: los encargados de estimular la producción de sudor. Este procedimiento es ambulatorio y dura aproximadamente 45 minutos, lo que significa que el paciente es dado de alta el mismo día.
“Desde que desperté en la sala de recuperación, supe que la cirugía había cambiado mi vida. Me di cuenta de que mis manos estaban secas y era una sensación que no había experimentado. La simpatectomía me cambió la vida, ahora me siento más seguro, más confiado, tanto en lo laboral como en lo personal. Ya no tengo que estar preocupado por manchas de sudor o las palmas mojadas”, asegura Marcelo.
Fecha de publicación: 17/1/22
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