Vivir con asma: La clave es el autocuidado
El diagnóstico de esta patología es fundamentalmente clínico y su tratamiento, por lo general, ambulatorio.
Se trata de enfermedad crónica que hace que los bronquios se inflamen, obstruyendo el paso del aire. A su vez, la parte muscular se estrecha, originando una obstrucción, especialmente cuando se exhala por la inflamación y la contracción. Según la Organización Mundial de la Salud, 150 millones de personas son asmáticas, lo que representa el 10% de la población.
Pese a tener un componente genético, no significa que todos los asmáticos hayan heredado esta patología de sus padres o parientes cercanos. Factores ambientales como el polvo, el frío y el smog también pueden desencadenarla, especialmente en las personas que tienen una alteración en su ADN. La mayoría de los casos se presentan en niños y adolescentes, pero también puede presentarse en la adultez y, en todos los casos, es la detección precoz la que puede evitar mayor daño en los pulmones a largo plazo.
Hay algunos pacientes con asma para quienes esta enfermedad no entorpece su vida cotidiana, presentándose como una simple tos ocasional, pero para otros se transforma en un grave problema, ya que pueden sufrir ataques constantes, que generan dificultad para respirar, y deben ser asistidos en un servicio de urgencia.
Algunos de los síntomas ocasionales de esta enfermedad son:
- Sonido silbante durante la respiración
- Falta de aire
- Opresión y dolor del pecho
- Trastornos del sueño por no poder respirar
Los signos que indican un ataque grave son:
- Síntomas anteriormente descritos por varias semanas
- Dificultad creciente para respirar
- Necesidad de usar un inhalador con mayor frecuencia
Diagnóstico y tratamiento:
El diagnóstico del asma es fundamentalmente clínico, es decir, los pacientes que experimenten cualquiera de estos síntomas deben acudir a un médico broncopulmonar para que los examine, solicite los exámenes pertinentes y pueda confirmar la enfermedad.
El tratamiento es en su mayoría ambulatorio, pero además la educación es fundamental. Los pacientes deben conocer las medidas de autocuidado, como evitar ambientes que desencadenen crisis respiratorias como son el humo del tabaco, contacto con polvo, ácaros, etc., y el uso de sus medicamentos como el inhalador.
Fecha de publicación: 11/05/2021