Se acerca el verano y muchos quieren tener un bronceado perfecto. Sin embargo, tomar sol sin los resguardos necesarios podría generar serios riesgos. Apariciones de manchas y lunares no deseados son algunas de las consecuencias, pero sin lugar a dudas, la más peligrosa es el cáncer de piel. 

La Dra. Daniela Saavedra, dermatóloga de Clínica Dávila y especialista en esta enfermedad, explica que existen dos grandes tipos de cáncer a la piel: el melanoma y el no melanoma. El primero está relacionado directamente con los lunares, sin importar si son de nacimiento o no. ¿Cuándo es necesario consultar con un dermatólogo? 

• El lunar es asimétrico 
• Tiene bordes irregulares 
• Presenta más de un color 
• Mide más de seis milímetros
• Se observan cambios bruscos de crecimiento

En el caso de ser detectado el melanoma, la dermatóloga advierte: Es mejor sacar un lunar chiquitito, que tiene un melanoma “in situ”, que es la primera etapa, y que tiene un pronóstico muy bueno, versus un melanoma diagnosticado en etapa tardía donde la situación empeora notablemente”. 

La detección temprana es clave, por lo que el llamado es a observar la piel frecuentemente. Si se identifica un lunar más grande y/o grueso de lo normal, es necesario consultar lo antes posible con un especialista. 

Fecha de publicación: 17/11/2020